Benjamín Castillo realiza sus piezas con la técnica milenaria de fundición a la cera perdida utilizando metales como la plata y el oro, que combina con piedras semipreciosas y piel. Sus diseños se inspiran en la orfebrería etrusca y fenicia.
Con formas irregulares, texturas toscas y una ornamentación arcaica, utiliza la imperfección como fórmula para buscar la belleza.
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